Está por cumplirse la primera semana de L. con nosotros y yo ya estoy a punto de un ataque de nervios. Porqué? Porque en vez de una niña en la casa, tengo dos, contando a mi marido. Y yo me convierto en una mujer histérica y quejumbrosa que pasa los días detrás de los dos ordenando lo que ellos desordenan: juguetes, ropa, platos. You name it. Hoy, ellos se adelantan a la casa de campo de la familia donde vamos a pasar el fin de semana. Despierto y lo primero que veo son todas las puertas de los armarios abiertas y dos maletas en el suelo (que no son las que se van a llevar por supuesto). Y siento como me empieza a hervir la sangre nuevamente....bonita forma de empezar el día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario