Soy una fan de la opera. No apilo CDs en mi casa, ni la escucho mientras lavo los trastes, pero es un enorme placer para mí estar en una sala oscura, sintiendo la música, apreciando las voces, admirando los cambios de escena y la riqueza de los trajes. Desde que comenzamos nuestra relación, G. me ha acompañado a un par de ellas por insistencia mía. El nunca antes había estado en ninguna. Ayer, me sorprendió con dos boletos para ir a ver Don Carlos de Verdi, al Teatro Nacional de São Carlos de Lisboa. En el tercer acto, en la penumbra, lo ví finalmente sentir la música y supe que este va a ser de ahora en adelante un placer que podamos compartir los dos. Estar abierto a experimentar cosas nuevas y estar abierto al cambio es una de las mejores cualidades de un ser humano.
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