lunes, 21 de noviembre de 2011

Viajes de carretera

Portugal es un país bellisimo. Una de sus grandes ventajas es que las distancias son tan cortas que unas dos horas (y a veces mucho menos) bastan para cambiar de paisaje, de clima y conocer sitios fascinantes. Fuera de Lisboa hay otro tipo de portugués, mucho más abierto, mucho más amable. La gente te saluda en la calle y no teme verte a los ojos...e inevitablemente me hace pensar en la posibilidad de jubilarme aquí.
Por eso adoro aprovechar los fines de semana para meternos al carro con destino a un nuevo lugar, a una nueva cocina, a una nueva tradición y así conocer otra faceta de mi país adoptivo.
Esta vez fue el turno de Moura y de Evora. Y yo que adoro ver cosas únicas en este mundo, me quedé pasmada con la "Capilla de los Huesos" de la Iglesia de San Francisco en Evora. Wow.





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