Sin duda uno de las cosas más difíciles en mi matrimonio ha sido tratar de encontrar la manera de dividirnos las tareas domésticas de manera equilibrada. Aunque más o menos está definido que el esposo es responsable por comprar el pan, la tintorería y por hablar con servicios y/o técnicos para reparaciones de cosas en la casa, siempre acabo por tener que presionarlo para que finalmente se decida a hacer las cosas pendientes. Literal siento como que si yo me declarara en huelga, se caería la casa completita.
El otro día se quejó de que todas las mujeres acabamos asumiendo una actitud de mamá con nuestros maridos y casi me da un infarto. Qué no será que ellos necesitan asumir una actitud de hijos?
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