Cuando una mujer soltera se casa con un hombre divorciado y con hijos, descubre una serie de mundos paralelos que nunca se imaginó que existieran (y que a veces hubiese deseado nunca descubrir). Uno de ellos es el Club de las Mamás.
La primera vez que descubrí su existencia fue cuando acompañé por primera vez a mi marido a recoger a L. a una fiesta de cumpleaños. De pronto me sentí observada (como bicho raro enjaulado y en extinción) y era evidente que las mamás a mi alrededor estaban un poco incómodas con mi presencia. Sólo se dirigían al papá y nunca a mí. Era claro que yo "no pertenecía al club" y de hecho creo que yo era el engendro de su peor pesadilla: la "otra" acompañando al esposo a recoger a sus retoños.
Si yo misma fuera mamá, aún con la cachucha de madrastra, recibiría miradas de solidaridad y una membresía gratuita?
La primera vez que descubrí su existencia fue cuando acompañé por primera vez a mi marido a recoger a L. a una fiesta de cumpleaños. De pronto me sentí observada (como bicho raro enjaulado y en extinción) y era evidente que las mamás a mi alrededor estaban un poco incómodas con mi presencia. Sólo se dirigían al papá y nunca a mí. Era claro que yo "no pertenecía al club" y de hecho creo que yo era el engendro de su peor pesadilla: la "otra" acompañando al esposo a recoger a sus retoños.
Si yo misma fuera mamá, aún con la cachucha de madrastra, recibiría miradas de solidaridad y una membresía gratuita?
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