Para nuestro segundo aniversario de bodas, el último sin hijos, decidí darle una sorpresa al marido y llevarlo para el fin de semana a un lugar recluído de la civilización. Todo fue mucho más allá de nuestras expectativas. Nuestra habitación, el espacio, los paisajes...Maravilloso!!
PD. Por supuesto que no faltó quien viera fijamente mi panza con cara de: se puede tener sexo a estas alturas???
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