viernes, 2 de septiembre de 2011

Y para acabarla de amolar

tengo un olfato que ya lo hubiera querido el sabueso de los Baskerville para un día de fiesta...así que ahora soy capaz de apreciar en todo su esplendor los más terribles olores que usted nunca se imaginó que existían!! - ni siquiera soporto abrir la máquina lavatrastes, sin morirme del asco-  :-(

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