lunes, 31 de enero de 2011

El divan de Freud

Hace casi un año que mi vida dio un vuelco de 360º. Cambié de país, de idioma, de puesto y de estado civil en un solo click.
De tener tres cosas en el refrigerador, hacer lo que me diera la gana con mi dinero y con mi tiempo, haber disfrutado vida de soltera en NY y haber regresado a mi país con un ascenso y  un trabajo ultrademandante, hoy soy esposa, soy madrastra, administro un presupuesto familiar y estoy aprendiendo a ser ama de casa y de nuevas responsabilidades profesionales.
No ha sido fácil, pero estar al lado de la persona que amo lo ha valido todo hasta el momento.
Ahora, en este nuevo exilio, lejos de mis amigos y de mi familia, me surge la necesidad de dejar algún testimonio de este proceso en este rincón del ciberespacio.